¿En qué consiste el Ataque de Pánico o Trastorno de Pánico?

El trastorno de pánico, a diferencia de otros tipos de ansiedad, se presenta inesperadamente y aparentemente sin causa alguna que lo justifique. Muchas veces causan incapacidad, ya que pueden crearse miedos irracionales (fobias) relacionados con esas situaciones donde la persona sufrió el ataque de pánico.
A menudo ocurren en los sitios más inesperados, en un supermercado, en una reunión de amigos…y la persona puede desarrollar miedo a sufrir otro ataque, por lo que tenderá a alejarse o evitar aquellas situaciones o lugares donde ha sufrido un ataque anteriormente, pudiendo llegar a tener su vida seriamente afectada.

¿Cuál es la causa?

Nuestro cuerpo dispone de un “sistema de alarma” cuya función es prepararnos para defendernos ante cualquier amenaza o peligro. Sin embargo hay personas en las que esta“alarma” se activa sin ninguna situación de peligro que lo justifique.

No se sabe exactamente cuál es la causa o por qué algunas personas son más susceptibles que otras a padecer el trastorno. Cualquiera puede desarrollarlo, aunque es más frecuente en las mujeres que en los hombres.

Algunas teorías consideran que los genes juegan un papel fundamental. No obstante, existe evidencia de que muchas personas sin antecedentes familiares llegan a sufrir Trastorno de Pánico. Algunas veces el trastorno se inicia después experimentar situaciones de gran estrés emocional tales como la muerte de un familiar, una enfermedad grave… que activan la parte de nuestro cerebro responsable de las reacciones de miedo. Muchas de las personas que han sufrido un ataque de pánico volverán a experimentarlo en una o más ocasiones.

¿Cuáles son los síntomas?

Un ataque de pánico se presenta bruscamente y sin causa alguna aparente. La persona siente un malestar intenso, acompañado de cuatro o más de los síntomas siguientes;

  • Dificultad para respirar
  • Sensación de ahogo
  • Dolor en el pecho
  • Opresión en el tórax
  • Mareos, náuseas
  • Palpitaciones, elevación de la frecuencia cardíaca
  • Sudores, escalofríos
  • Opresión o malestar en el tórax
  • Cosquilleo o entumecimiento en las manos
  • Sensación de estar soñando
  • Sensación de que algo horrible va a ocurrir
  • Miedo de perder el control, con el consiguiente temor de hacer algo que le cause vergüenza
  • Miedo de morir
  • Angustia
  • Agorafobia

Por regla general, el ataque dura varios minutos, pero la intensidad del malestar es tan grande que se considera una de las situaciones más angustiosa que pueda experimentar una persona.

¿Es necesario un tratamiento? ¿Es eficaz?

Una vez que la persona desarrolla el miedo a tener ataques de pánico y empieza a ver cómo su vida se afecta, es muy poco probable que el trastorno pueda desaparecer espontáneamente, siendo necesario realizar un tratamiento específico para obtener mejoría.

En muchas ocasiones, el tratamiento que suele emplearse es mediante fármacos. Sin embargo, este tratamiento es poco efectivo ya que la medicación sólo enmascara y amortigua los síntomas, pero la persona no aprende qué es lo que le está pasando ni cómo puede afrontar las situaciones generadoras de angustia, y acaba sintiéndose dependiente de la pastilla. De esta forma, la persona puede acabar viendo cómo el problema se vuelve crónico.

El tratamiento más efectivo con los ataques de pánico suele ser la psicoterapia, particularmente la psicoterapia cognitivo conductual. Durante las sesiones de psicoterapia la persona puede aprender: qué es lo que le pasa, cómo se desencadena un ataque de pánico y cómo se mantiene la ansiedad, así como los pensamientos y comportamientos que ayudan a que el problema persista. Igualmente, se practican ejercicios y estrategias que permitirán a la persona aprender a reaccionar apropiadamente a los signos de ansiedad y prevenir futuros ataques, para que al final la frecuencia de éstos disminuya y la persona recupere poco a poco su autonomía e independencia.

Igualmente, en nuestro centro practicamos también modernas técnicas de biofeedback como son la coherencia cardíaca y el neurofeedback. Estas técnicas permiten que la persona observe en tiempo real su nivel de ansiedad y actividad fisiológica (frecuencia cardíaca, ondas cerebrales) y mediante una serie de ejercicios pueda aprender a controlarla, reduciendo la base de la ansiedad y aprendiendo a relajarse y prevenir la ansiedad. El tratamiento combinado proporciona un alivio rápido, efectivo y duradero de la ansiedad, permitiendo a la persona recuperar su vida habitual.

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