¿Deja las cosas para el último minuto? Utilice la regla de los cinco minutos

Una y otra vez, cuando ayudo a la gente a abordar cuestiones de toda la vida como la procrastinación (ir posponiendo aquellas cosas que se han de hacer), me encuentro con lo mismo: los primeros cinco minutos de cualquier cosa son la parte más difícil. Para 4 de cada 5 personas que suelen posponer actividades, sólo con trabajar en estos cinco primeros minutos resuelve la mayoría de sus problemas de procrastinación.

Dejar las cosas para el último momento es una tendencia natural. Evitamos hacer lo que anticipamos que será desagradable, proporcionándonos una sensación de alivio de lo que no queremos experimentar. Y cuanto mayor alivio sentimos, más a menudo lo evitamos. En última instancia, esto acaba conduciendo a una estrategia en la que la evitación es el único componente, que puede ser muy problemático. Por otra parte, cuanto más tiempo se evita una tarea específica, más ansioso nos sentimos por continuar posponiéndolo. Y nuevamente, cuanto más ansiosos nos sentimos al respecto, mayor es la necesidad que tenemos de evitar. Es un círculo vicioso que para muchas personas, puede escaparse fácilmente de su control. Sin embargo, puede acabarse fácilmente con ello introduciendo la regla de los 5 minutos.

La regla de los 5 minutos es una técnica de la terapia cognitivo-conductual en la que se establece la meta de hacer lo que sea que está evitando, pero sólo durante cinco minutos. Si después de esos cinco minutos es tan horrible que tiene que parar, es libre de hacerlo. Misión cumplida. Hecho. Sin embargo, lo que mucha gente encuentra es que después de estos cinco minutos de hacer algo, es fácil de seguir hasta que se acaba haciendo la tarea. El inicio suele ser la parte más difícil. Al pensar acerca de la tarea como algo que sólo tenemos que hacer durante 5 minutos, lo vemos como mucho menos abrumador y más factible, y en consecuencia, ya quedan pocas razones para posponer las cosas.