Cómo cambiar los hábitos

A nuestro cerebro le gusta tener automatizadas la mayor cantidad posible de conductas. Eso le facilita su trabajo. Por eso, cambiar un hábito o introducir uno nuevo es una tarea costosa. Ahora bien, una vez que lo has conseguido lo difícil será cambiarlo.

¿Quiere esto decir que no vale la pena que intente cambiar algunos hábitos de mi vida que no me gustan? En absoluto. Cambiar aquello que no nos gusta o incorporar buenos hábitos es algo que nos debemos proponer para alcanzar una vida plena y saludable.

¿Cómo puedo cambiarlos o incorporar otros?

Utiliza estos pequeños trucos, te costará menos esfuerzo:

• Empieza haciendo cambios pequeños

Los cambios pequeños son más sencillos, más fácil de conseguir y de mantener en el tiempo.

• Divide la conducta en otras más pequeñas y fáciles

Si tu propósito es hacer un gran cambio, divídelo en pequeñas tareas. Por ejemplo: te has propuesto andar todos los días una hora, pero eso te aburre y lo pospones, inventas mil excusas para no empezar nunca…comienza andando 15 minutos un día sí y otro no durante una semana. A la semana siguiente añade unos minutos más, a la siguiente algún día más etc.

• Sé realista

Intenta fijarte objetivos que creas que podrás cumplir. Aquellos que consideres necesarios pero no te veas capaz de conseguirlos solo, recurre a un profesional en busca de ayuda.

• Busca un anclaje para el nuevo hábito

La mayoría de los hábitos que poseemos están anclados a momentos o situaciones determinadas, sentarnos en el sofá después de la comida, fumar en algunas situaciones sociales…por eso cambiarlos cuesta tanto. Trata de vincular el nuevo hábito a una conducta determinada, así lograrás establecer una secuencia de conductas. Por ejemplo, andar los 15 minutos propuestos todos los días siempre después del desayuno. Pronto verás que el día que no lo hagas lo echarás de menos.

• Busca una motivación

Por ejemplo, quiero introducir la costumbre de andar todos los días una hora porque quiero llevar una vida saludable, o, hacer este ejercicio me da la oportunidad de coincidir en el parque con una amiga a la que no tengo oportunidad de ver en otras circunstancias.

• Duerme bien

Un buen descanso es necesario siempre, pero sobre todo si tenemos que tomar decisiones importantes o tener las fuerzas suficientes para no desfallecer.

• Come bien

Una alimentación escasa no te permite estar enérgico, una comida excesiva es igualmente perjudicial. Pregúntate antes de comer si realmente tienes hambre, saltarse una comida alguna vez no es un sacrilegio, así le das un descanso al organismo. Acuérdate de beber agua antes de comer, muchas veces lo que tenemos es sed o comemos por pura rutina.

• Date mensajes positivos

Si te repites continuamente mensajes del tipo “no lo voy a conseguir”, “esto es imposible”…acabarás por desanimarte y abandonando el propósito. Si, en cambio te dices a ti mismo “lo voy a conseguir”, “lo estoy haciendo bien”… las probabilidades de éxito son muy altas.

• Anticipa las posibles dificultades

Piensa como vas a sortear las posibles excusas que probablemente te pongas para retrasar la actividad o bien para no llevarla a cabo.

• Comienza el cambio en un momento adecuado

No es una buena idea comenzar una dieta justo antes de las Navidades por razones obvias.

• Establece un compromiso

Hablar, con aquellas personas con las que tengas vínculos afectivos, del cambio o hábito que quieras introducir y comprometerte ante ellas, facilita el mantenimiento del propósito y la motivación.

• Haz reajustes si es necesario

A veces es conveniente modificar alguna fase para ajustarla a las situaciones reales, bien para progresar a una fase más avanzada o bien para retroceder a otra anterior. Por ejemplo, será más beneficioso 30 minutos de ejercicio que nada, aunque nos hubiéramos propuesto realizar 50 minutos.

• Date un premio si cumples con el compromiso

Busca como recompensar el esfuerzo que estás realizando, de esa manera reforzarás la conducta que estás pretendiendo establecer o modificar.

• Cree en tus propias posibilidades

Confiar en las propias capacidades para conseguir el objetivo marcado aumenta las posibilidades de éxito.